Los Estilos de Aprendizaje y Enseñanza...
Una idea muy extendida es que existen distintos estilos
de aprendizaje, que suponen que unos niños son más visuales a la hora de
aprender, otros usan más el cerebro derecho, otros el izquierdo, etc., pero lo
cierto es que no existe ninguna evidencia que apoye esas ideas, a pesar de la
enorme popularidad que parecen tener.
Y lo mismo podemos decir de los estilos de enseñanza.
Todavía no se conoce bien qué es lo que hace que un profesor sea bueno, puesto
que profesores muy diferentes en su estilo de enseñanza pueden estar obteniendo
excelentes resultados.
Lo que nos muestran
las investigaciones:
¿Un solo lugar de estudio o
varios diferentes?
En vez de estudiar en un solo lugar, es preferible
alternar, estudiando la misma lección en más de un lugar diferente para
favorecer el aprendizaje. Sin embargo, no es algo que se enseñe a los
estudiantes habitualmente, sino más bien les suelen decir lo contrario.
Se suele aconsejar a los estudiantes que escojan un
sitio para estudiar y que ese lugar sea siempre el mismo, cuando la psicología
sabe desde los años 70 que si estudias algo en dos o más lugares diferentes lo
recuerdas mejor. Esto es así porque el cerebro hace asociaciones sutiles entre
lo que estás estudiando y el ambiente en que te encuentras (es decir, lo que
percibes en ese ambiente, aunque sea a nivel inconsciente). Al estudiar en
varios sitios diferentes obligas al cerebro a hacer múltiples asociaciones con
el mismo material. Cuando el contexto exterior es más variado, la información
se enriquece y esto hace que se recuerde mejor.
¿Estudiar una sola
materia o varias en la misma jornada?
Estudiar cosas diferentes mientras estás en una
misma habitación también ayuda a recordar. Por ejemplo, si saltas de una
materia a otra, de matemáticas, a lengua, y luego a historia, dedicándole solo
un rato a cada una, recordarás mejor que si te concentras todo el rato en una
sola materia. Los estudios muestran que quienes hacen esto rinden el doble de
bien, tanto en adultos como en niños.
Con esta estrategia haces que tu mente inconsciente
se implique más en el aprendizaje. Por ejemplo, un estudio publicado en la
revista Psychology and Aging mostró que tanto
estudiantes como jubilados distinguían mejor los estilos de pintura de 12
artistas desconocidos después de ver sus obras mezcladas que después de ver una
docena de trabajos de un solo artista cada vez (de uno en uno).
Cuando el cerebro se encuentra a la vez con muchos
cuadros y estilos diferentes es capaz de profundizar o trabajar más al
compararlos y buscar diferencias y similitudes entre ellos, a menudo de manera
inconsciente. Es decir, usas tu mente inconsciente para ayudarte a recordar. En cambio,
al centrarse en un solo pintor y, por tanto, un único estilo, tu cerebro está
esforzándose menos y, por tanto, recuerda menos.
¿Estudiar poco a
poco o del tirón?
Las investigaciones también han descubierto que se
recuerda durante mucho más tiempo aquello que se ha estudiado poco a poco que
lo que se estudia de golpe. Además, resulta mucho más fácil.
Lo que sucede es que el olvido te ayuda a recordar.
Cuando estudias algo solo un rato, sin aprenderlo del todo, lo olvidas casi
todo, pero al repasarlo poco tiempo después, tienes que volver a aprender, y
este re-aprendizaje es más efectivo.
Por tanto, y a modo de resumen, aprenderás más si,
en vez de dedicar toda una tarde a tu lección de historia para aprenderla
entera, le dedicas solo un rato por la tarde (y luego pasas a otra materia),
otro rato el fin de semana (preferiblemente en otro lugar), otro rato una
semana después, etc.
¿Ayudan los
exámenes a aprender?
Hacer exámenes también ayuda a recordar después
mejor. Por tanto, si te reúnes con tus amigos y os hacéis preguntas unos a
otros, aprenderéis mucho más. Esto sucede porque al intentar responder a las
preguntas del examen, tienes que esforzarte por recordar, y este esfuerzo hace
que aprendas mucho mejor.
Del mismo modo, escribir resúmenes destinados a
explicar con tus propias palabras lo aprendido también ayuda a recordar mejor,
por el esfuerzo que conlleva hacerlo. "Por supuesto, estas técnicas u otras no son
suficientes para rendir bien en los estudios. Es necesario algo más, como estar
motivado y con ganas de ponerse a estudiar".
El Aprendizaje en los Niños:
La etapa
infantil para los niños es muy importante porque es cuando ellos
empiezan a desarrollar sus capacidades, tienen curiosidad por
aprender, tareas tan sencillas como atarse los zapatos, abrocharse los botones,
peinarse, a veces puede parecer difícil. Una buena forma de enseñarles es a
través de juegos para llamar su atención. La forma de
aprender en la escuela va unida con los hábitos y enseñanza que pueden
realizarse en casa.
Aprendizaje en la Escuela: En la escuela los
niños aprenden por ejemplo a conocer su cuerpo,
empiezan a conocer su entorno familiar, también adquirir autonomía, desarrollar
habilidades como la lectura, escritura, cálculos matemáticos, aprenden a
compartir y a resolver los conflictos que se producen en la clase o en el
patio.
Aprendizaje en Casa: Si el tiempo no es
el adecuado o no tenemos medios para salir a pasear, siempre nos podemos quedar
en casa, ya que es el
escenario principal para educar y
entretener a los niños, porque la familia son sus principales maestros y
compañeros. Cuando jugamos con ellos, les enseñamos destrezas útiles,
conocemos sus intereses, les ayudamos a manifestar sus talentos, estimulamos su imaginación y creatividad.
Para todo ello podemos usar actividades que desarrollan
por ejemplo las habilidades musicales (bailar música juntos, tocar un
instrumento...), dramáticas (imitar y adaptar programas o películas existentes,
montar un teatro de marionetas...), atléticas (crear nuevos jugos caseros,
practicar ejercicios de gimnasia...), mecánicas (hacer una maqueta, inventar
aparatos...), verbales (leer juntos libros de cuentos, aprender e inventar
adivinanzas...) y manuales (hacer figuras con plastilina, figuras con
papiroflexia...).
“Lo
más importante es que con todas estas actividades, tienes asegurado
un rato de diversión cerca de los niños, donde puedes reforzar
los vínculos afectivos que os une”.
Para Superar la Falta de Motivación para Estudiar;
he aquí Algunos tips:
No te propongas ponerte a estudiar:
Proponte tan solo sentarte ante la mesa con el
libro abierto. Eso es fácil de hacer y no necesitas estar muy motivado. Una vez
sentado ante el libro, proponte las siguientes sub-metas, centrándote solo en
lograr una cada vez y sin pensar en las que vendrán después:
1. Leer la primera
página o apartado del libro.
2. Subrayar lo que
has leído.
3. Escribir un resumen
de lo que acabas de leer, como si pretendieras explicárselo a otras personas
para que lo entiendan. Así podrás saber si lo has entendido. Cuando una persona
comprende bien lo que lee, es capaz de explicárselo a otros. Si no puedes
hacerlo es que necesitas seguir profundizando en el tema.
4. Haz lo mismo para
los siguientes apartados del tema de estudio.
¡ Interésate por el tema de estudio ! :
Es mucho más fácil aprender algo que te gusta y te
interesa que algo que no te interesa en absoluto. Sin embargo, en principio
cualquier cosa puede llegar a interesarte, y depende de ti encontrar el modo de
lograrlo. Para ello has de empezar por tener una mente más abierta al
aprendizaje de todo tipo de materias de estudio e interesarte por el
aprendizaje en sí mismo, como si hubieras decidido leer ese libro por tu
cuenta, porque te apetece y deseas aprender.
Por ejemplo, si hasta ahora has pensado que la
historia no te interesa y te aburre tremendamente, olvida esa idea y trata
de ver la historia desde otro punto de vista. Empieza por leer el tema sin
pretender estudiar, tratando de interesarte por lo que lees, como si leyeras un
artículo de una revista. Puede que descubras que no es tan aburrido como
pensabas.
¡Plantéalo como un reto!
Llegar a dominar algo puede ser un reto
interesante. Por ejemplo, si no te gustan las matemáticas y parece que no se te
dan bien, proponte como reto dominar algún tipo de ejercicio en particular.
Para ello, centra toda tu atención en dicho ejercicio, lee el tema del libro
donde se explica, busca información en internet, piensa, pregunta al profesor o
compañeros, y diviértete superando ese reto. "Tal vez descubras que no se te da
tan mal como creías".
Tú puedes moldear tus gustos y capacidades:
Tus gustos, tus habilidades y tus capacidades no
solo pueden cambiar, sino que se relacionan con tu manera de pensar. Por
ejemplo, si ves un alimento determinado y piensas que te desagrada, nunca lo
probarás y no sabrás si realmente te gusta o no. Y algunos alimentos que no te
gustan pueden llegar a gustarte si se cocinan de un modo determinado o
diferente. Algo parecido pasa con tus gustos en todo lo demás: puedes hacer que
la historia o las matemáticas o cualquier otra materia llegue a gustarte si te
acercas a ella con la actitud adecuada, esforzándote por encontrar algo que te
interese en esas materias.
Y respecto a tus habilidades, ten cuidado con las
etiquetas que te pones, como “no se me dan bien las matemática”, porque te
puedes estar equivocando. El problema es que si piensas que algo no se te da
bien, convertirás esa profecía en realidad porque te esforzarás muy poco.
Piensa, por tanto, que, en principio, puedes hacer bien cualquier cosa, y entra
a fondo en ella.
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